“Usted no sabe que no es un cerebro, suspendido en una cubeta llena de líquido en un laboratorio, y conectada a un computador que lo alimenta con sus experiencias actuales bajo el control de algún ingenioso científico técnico (benévolo o maligno, de acuerdo a su gusto). Puesto que, si usted fuera un cerebro así, asumiendo que el científico es exitoso, nada dentro de sus experiencias podría revelar que usted lo es; ya que sus experiencias son, según la hipótesis, idénticas con las de algo que no es un cerebro en la cubeta. Como usted sólo tiene sus propias experiencias para saberlo, y esas experiencias son las mismas en cualquier situación, nada podría mostrarle cuál de las dos situaciones es la real.” (Introduction to Contemporary Epistemology, 10).
Introducción a la Epistemología Contemporánea , Jonathan Dancy
Para el realismo metafísico el mundo existe independiente de la mente (1). Este mundo objetivo posee una estructura determinada independientemente de que la conozcamos o no (2). Según este prisma, una descripción verdadera o correcta del mundo sería aquella que se refiere a objetos realmente existentes en el mundo y describe las propiedades que esos objetos poseen (3). Y por lo tanto debe existir, aunque todavía no la conozcamos, una imagen o representación completa del mundo objetivo tal y como este es en sí mismo, lo que Putnam llama <> (4).
Por el contrario, la respuesta escéptica mantiene que no existe forma de establecer una correspondencia fiable entre nuestras representaciones y las supuestas propiedades objetivas del mundo independientemente de nuestra actividad mental. Este punto de vista, llevado hasta el extremo negaría la posibilidad de conocer o referirnos lo más mínimo acerca de la realidad, con lo cual todos nuestras teorías serían charlatanería sin sentido.
Por lo tanto, lo que el realismo interno pretende es recuperar el realismo del sentido común frente a las pretensiones del realismo científico que no sería más que el realismo metafísico disfrazado de científico. El precio que se habrá de pagar, dirá Putnam, para poder seguir siendo realistas tal y como lo somos en la vida cotidiana será el de adoptar una suerte de visión kantiana del conocimiento, es decir que no podemos mantener la ilusión de que se puede hablar del mundo o de objetos en sí al margen de los conceptos que utilizamos para representar dichos objetos. El resultado final de este análisis vendrá a afirmar que el realismo de nuestra experiencia cotidiana va indisolublemente unido a cierto relativismo conceptual: lo real es siempre relativo al aparato conceptual que utilizamos para representarnos el mundo real, o sea que es imposible referirnos a una realidad independiente de nuestras actividades… [Ver enlace]
La Bioética surge, por un lado, como un campo totalmente nuevo de pensamiento y reflexión filosófica sobre los tremendos avances en biología, medicina y medio ambiente. Estos avances han traído un mundo nuevo, donde la comprensión de la ciencia y la innovación tecnológica tiene el potencial de poder alterar la vida y la naturaleza humana. Por otra parte, la Bioética es también un campo de reflexión sobre cómo estos nuevos avances impactan en las preguntas básicas de la filosofía que los seres humanos nos hemos formulado acerca de nuestra existencia y de su sentido…
JUAN CRISTINA: EL PASO DEL RUBICÓN. Juan Cristina se licenció en Ciencias Biológicas en la ex Facultad de Humanidades y Ciencias de Montevideo y obtuvo su doctorado en Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid. Fue investigador en el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de los Institutos Nacionaldes de Salud de Estados Unidos. Actualmente es docente en el Centro de Investigaciones Nucleares de la Facultad de Ciencias de Montevideo. Ha sido director del CIN durante varios períodos. Su trabajo de investigación más permanente ,desde muchos años, es sobre la evolución de virus cuyo genoma está constituido por ácido ribonucleico, en especial los de la Hepatitis C y Hepatitis A.
TEMA DE DISCUSIÓN:
¿Es moralmente aceptable cobrar por los medicamentos?
Decir que belleza y fealdad son conceptos relacionados con las épocas y con las culturas (o incluso con los planetas) no significa que no se haya intentado siempre definirlos en relación con un modelo estable. Se podría incluso sugerir, como hizo Nietzsche en el Crepúsculo de los ídolos , que «en lo bello el hombre se pone a sí mismo como medida de la perfección» y «se adora en ello El hombre en el fondo se mira en el espejo de las cosas, considera bello todo aquello que le devuelve su imagen Lo feo se entiende como señal y síntoma de degeneración Todo indicio de agotamiento, de pesadez, de senilidad, de fatiga, toda especie de falta de libertad, en forma de convulsión o parálisis, sobre todo el olor, el color, la forma de la disolución, de la descomposición todo esto provoca una reacción idéntica, el juicio de valor ´feo ¿A quién odia aquí el hombre? No hay duda: odia la decadencia de su tipo «.
TEMA DE DISCUSIÓN:
¿Existe una norma universal de belleza? ¿Debería de existir?
La gnoseología, o «teoría del conocimiento», es una rama filosófica dedicada a estudiar el alcance y limitaciones del conocimiento; adicionalmente estudia como llegamos al conocimiento y su escencia: ¿Qué es el conocimiento? ¿Cómo lo adquirimos? ¿Cómo sabemos que sabemos?
Sobre estas cuestiones la verdad es que no hay completo consenso, pero es un tema de sumo interés.
Antiguamente, se daba por válida la restricción que daba Sócrates al conocimiento, en cuanto a que este debe abarcar solo creencias del todo justificada y verdaderas, más allá de una mera opinión, pero esto ha sido cuestionado por pensadores contemporáneos como Karl Popper: muchas de las cosas que damos por objetivamente «ciertas» en la ciencia por ejemplo, con el tiempo se prueban erróneas y son reemplazadas por nuevas teorías. Un tema para no acabar.
Tomás de Aquino, un filósofo y teólogo medieval, tiene un texto sumamente claro con respecto a la natural aspiración que posee el ser humano al anhelar conocer lo que ve en el mundo por sus causas. Esto lo hace poniendo en ejercicio su potencia más perfecta: su inteligencia. La cita es la que sigue:
Se encuentra naturalmente en todos los hombres el deseo de conocer las causas de aquellos seres que se mueven; de donde en razón de la admiración de aquellos que han sido vistos, cuyas causas se ocultan, los hombres, en primer término han comenzado a filosofar; y encontrando las causas se aquietaba su deseo. La investigación persiste hasta tanto se llegue a la primera causa. Cuando conocemos la primera causa, entonces apreciamos conocer perfectamente. En forma consiguiente, el hombre desea conocer naturalmente la primera causa que es también el último fin.
El texto es sumamente claro y expeditivo con respecto al tema que nos ocupa, pero intentaremos explicitarlo para una mayor comprensión de los lectores. En el ser humano, dice el filósofo, se da naturalmente el deseo de conocer las causas de los seres existentes en el mundo. Al mencionar la palabra “naturalmente”, entendemos que se quiere decir que este anhelo de conocer le es propio y consustancial al ser humano. Es un claro rasgo de su ser esencial más profundo. El ser humano naturalmente quiere conocer lo que ve, y conocer sus causas; saber de dónde ha salido, qué lo ha originado.
Esta actitud es la esencia de la actitud filosófica ya que, según su definición propia, filosofía significa amor a la sabiduría o, lo que es lo mismo, anhelo por saber. Este anhelo por saber, esta tendencia a conocer, no se acaba en el objeto conocido ni se sacia en el mismo sino solamente cuando conocemos su causa. Así, dice Tomás de Aquino, el deseo se aquieta cuando el hombre conoce las causas de lo que conoce. De este modo, podemos avanzar un paso más y mencionar que el anhelo por conocer del modo enunciado solamente se aquietará en forma completa cuando se alcance el conocimiento de la primera causa, de la causa principal y eminente de todo lo que existe.
En consideración de lo dicho podemos concluir que el ser humano se encuentra naturalmente orientado hacia la actitud filosófica de conocer causalmente. Así, ser filósofo, el anhelar saber, profundizar en el conocimiento de lo que ve diariamente, es completamente connatural al ser humano. Su característica más distintiva radica en esto: afanarse por conocer lo que ve y buscar sus causas ocultas, hasta llegar irremediablemente a la primera causa, ocasión en que su apetito por saber se saciará definitivamente.(Hugo Landolfi)
TEMA DE DISCUSIÓN:
¿Universalismo, relativismo o escepticismo?
La epistemología(del griego ἐπιστήμη, «conocimiento», (episteme) y λόγος(logos), («teoría») es una rama de la filosofía cuyo objeto de estudio es el conocimiento científico. La epistemología se ocupa de problemas tales como las circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a su obtención, y los criterios por los cuales se lo justifica o invalida.
No se debe confundir a la epistemología con :
La gnoseología : Muchos autores franceses e ingleses identifican el término «epistemología» con lo que en español se denomina «gnoseología» o «teoría del conocimiento», rama de la filosofía que se ocupa del conocimiento en general: el ordinario, el filosófico, el científico, el matemático, etc. De hecho, la palabra inglesa se traduce al español como «gnoseología». Pero aquí consideraremos que la epistemología se restringe al conocimiento científico.
La filosofía de la ciencia: La epistemología también se suele identificar con la filosofía de la ciencia, pero se puede considerar a esta última como más amplia que la epistemología. Algunas suposiciones que son discutidas en el marco de la filosofía de la ciencia no son cuestionadas por la epistemología, o bien se considera que no influyen en su objeto de estudio. Por ejemplo, la pregunta metafísica de si existe una realidad objetiva que pueda ser estudiada por la ciencia, o si se trata de una ilusión de los , es de interés en la filosofía de la ciencia, pero muchos epistemólogos parten de que sí existe, o bien consideran que su respuesta afirmativa o negativa es indiferente para la existencia de métodos de obtención de conocimiento o de criterios de validación de los mismos.
La metodología : También se puede diferenciar a la epistemología de una tercera disciplina, más restringida que ella: la metodología. El metodólogo no pone en tela de juicio el conocimiento ya aceptado como válido por la comunidad científica sino que se concentra en la búsqueda de estrategias para ampliar el conocimiento. Por ejemplo, la importancia de la estadística está fuera de discusión para el metodólogo, pues constituye un camino para construir nuevas hipótesis a partir de datos y muestras. En cambio, el epistemólogo a la vez podría cuestionar el valor de esos datos y muestras y de la misma estadística.
TEMA DE DISCUSIÓN:
¿Existe una demostración universal de las leyes científicas?
¿Es correcto hablar de ley científica o regularidad universal?
Universidad de la República, Montevideo, Uruguay.
Texto correspondiente a la exposición a ser desarrollada en el Foro “Filosofía latinoamericana: sujeto e historicidad”, en el marco del II Congreso Internacional Extraordinario de Filosofía.
Obra parte de la muestra colectiva “Pensar Mirando”, expuesta en las sedes del SCIEF, San Juan, 2007. Pertenece a Rufino Paloma (pintura en lienzo).
Las ciencias empíricas son “antropocéntricas” y “subjetivas”, constituyéndose desde un “sujeto cognoscente” que en tanto persigue determinados fines en su aproximación cognoscitiva a la realidad, inevitablemente la trasciende “en el marco de lo posible” “para conocer lo posible” y por ello, la condición de “sujeto actuante” es su condición trascendental…
La “sujetividad” dice acerca de la historicidad del “sujeto empírico”, de su capacidad de irrumpir en la historia y decodificar las totalidades opresivas, llámense estas “espíritu absoluto”, “estructuras”, “Estado totalitario”, “mercado total” o “ética del poder”, y por lo tanto de su radical e irrenunciable historicidad, que hace posible siempre un “nuevo comienzo”, que a diferencia del espíritu transformado en niño en “Así hablaba Zaratustra” de Nietzsche, el postulado por Roig es un “recomienzo” que es de otra manera “auroral”, y se asienta en el conocimiento y discernimiento de alcances y límites de anteriores comienzos y recomienzos.
La recuperación y fundamentación del sujeto y su historicidad es medular en la obra de Roig, hasta uno de sus últimos libros “Ética del poder y moralidad de la protesta”11.
Tomados en su convergencia, los planteos de Roig y Hinkelammert proporcionan desde América Latina, perspectivas filosóficas fundantes para la afirmación del sujeto y su historicidad desde un adecuado discernimiento de las relaciones entre el sujeto y la estructura que está a la base de una teoría de las mismas.
Elaborar esa convergencia y procurar aportar a elaborar esa teoría explicativa y legitimatoria del sujeto y su historicidad es nuestro desafío. [Entre el Sujeto y la Estructura. Yamandú Acosta. Síntesis]
TEMA DE DISCUSIÓN:
¿Debe existir un proyecto político Latinoameriano?
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